viernes, 19 de febrero de 2016

¿Soy o no soy una princesa?

Empecemos a imaginar esta historia…

Nací en un castillo, crecí junto a varias personas aprendiendo todas las leyes y  las buenas conductas que una princesa debe asumir.

Lo malo de todo esto es que no me sentía princesa, me gustaba mirar a la ventana, deseando e imaginando como sería mi vida fuera del castillo. Así que un día simplemente tome la decisión de irme a aventurar. Salí del palacio diciendo mentiras, cuestionando el estilo de vida que mis padres me habían enseñado,  en pocas palabras quería diseñar mi propia vida.

¡Así que al  Salir  todo me parecía sensacional! vi unos paisajes hermosísimos,  el sonido era lo que más me atraía de encontrarme fuera de casa, pues eran melodías que nunca había escuchado, ¿las personas? Que te puedo decir de ellas,  eran sumamente amables, podía sentir que no era una desconocida para nadie,  y bueno a esta historia no puede faltarle un príncipe azul, así que conocí a un joven que aunque no pertenecía a ningún reino, para mí todo era esplendido.

Después de un tiempo todo empezó a cambiar… las personas ya no eran tan amables, eran personas groseras y orgullosas,  los paisajes empezaron a desvanecerse y el atardecer empezó a convertirse  en una  enorme nube gris, la música se transformó en gritos y llantos que no sabía de donde provenían, y bueno falta decir que “mi príncipe azul”  tenía costumbres extrañas, cada situación empezaba a tornarse triste, ya no podía hacer más que desear estar en el castillo de nuevo, pero…

¿Con que cara iba a llegar  al reino informando que todo había salido mal? No podía, había sido tanta la soberbia con la que me había ido que me era imposible imaginar cómo regresar.

Varias personas en el pueblo  se habían dado cuenta que era la hija del rey, y en lugar de tener reverencia  hacia mí, solo se burlaban de lo que yo hacía, no aguantaba más, tuve que salir corriendo a golpear en las puertas del reino y pedir que me dejaran hablar con papá.

Era tanto el llanto que me era imposible hablar, pero él me abrazo y dijo que me amaba, que mi casa siempre había sido el castillo y que sabía que regresaría a sus brazos, mando traer el mejor vestido y me dio un anillo ¡divino! Que recuerde nunca me había dado uno como ese.

Desde aquel día pude ver lo que no había visto en años frente al espejo  ¡Una enorme corona! Era tan brillante que mi cabello tenía destellos aun cuando me la quitaba.  Todos la habían visto desde un principio excepto yo. Así que sí ¡sí soy una princesa!  Dios te ama tanto que permite que te vayas, cuando lo haces lo extrañas, pero su amor cubre todas las faltas que hayas cometido, regresa a sus brazos, no es necesario hablar… siempre  papá  estará para ti. 

Atentamente,  













 
Karolina Aya.

martes, 2 de septiembre de 2014

Hello!

Mi name is Natalia.
I from Bogotá, Colombia.
I´m 18 years old.

I study Industrial Management.
I´m announcer in the radio Connection Stereo.

I like playing the piano and travel with my family and friends.

I hope that you like my blog, Bye!